No; los cooperadores –tanto de la Prelatura del Opus Dei como de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz- no forman parte de ellas.

El Opus Dei cuenta con numerosos cooperadores y amigos en los cinco continentes.

Los cooperadores del Opus Dei en el mundo no constituyen una Asociación específica propia, ni se inscriben en ningún registro determinado.

Son un fenómeno de solidaridad espontáneo, vivo y creciente.

Colaboran, en primer lugar, con su oración ante Dios, pidiendo por los frutos espirituales y humanos del apostolado personal que realizan los fieles del Opus Dei y los sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, y las actividades apostólicas que promueven en todo el mundo.

También colaboran con una aportación económica, o con la dedicación generosa de su tiempo en la promoción, por ejemplo, de un empeño concreto.

Los cooperadores y amigos del Opus Dei en el mundo no constituyen, en cuanto tales, ni conforman ninguna institución o asociación concreta.

Para cooperar no se requiere una vocación específica, ni pertenecer a un determinado credo religioso. Sólo se equiere tener una voluntad de compartir afanes, ilusiones y esfuerzos con los demás.

Los cooperadores y amigos constituyen una gozosa realidad a la que aludía san Josemaría en su libro de homilías Es Cristo que pasa, nº 280: "Sueño -y el sueño se ha hecho realidad- con muchedumbres de hijos de Dios, santificándose en su vida de ciudadanos corrientes, compartiendo afanes, ilusiones y esfuerzos con las demás criaturas"

Los cooperadores aportan su ayuda espiritual y material a las iniciativas más variadas del trabajo apostólico del Opus Dei en los cinco continentes, siempre en bien de la promoción humana, profesional, cultural y espiritual de la persona.

Son iniciativas de carácter social, cultural, asistencial, sanitario, educativo, etc.